MOTA DEL CUERVO Y BELMONTE
BREVE DESCRIPCIÓN DEL LUGAR
Mota del Cuervo. Localidad de 5785 habitantes. Está situada en el centro de Castilla La Mancha, en la confluencia de varias carreteras nacionales. Tiene un atractivo paisaje con la combinación de vides, olivos, cereales, que pintan la llanura de colores pardo, ocre y verde, salpicados de encinas y monte bajo.
Al acercarte a esta ciudad los primeros que te reciben son sus siete molinos de viento alineados, solitarios, en lo alto.
Su historia data de la edad del bronce y es a partir de la Reconquista cuando se tienen más datos. En el siglo XII, cuando Alfonso VIII la conquistó a los musulmanes convivían en esta ciudad tres religiones: musulmana, cristiana y judía. Posteriormente, perteneció a la Orden de Santiago y el reinado de los Reyes Católicos supuso un avance económico para Mota.
En la actualidad, su fuente de riqueza está centrada en la agricultura y la elaboración de vino; tiene también una interesante artesanía de cerámica blanca, tradición heredada de la época árabe.
Cuenta con edificaciones señoriales de los siglos XVII a XIX, con escudos y buenos trabajos de rejería en sus fachadas.
Belmonte. La historia de Belmonte (2329 habitantes), está totalmente ligada al marquesado de Villena. Su economía se basa en la agricultura de viñedos, olivos y cereales y en la ganadería lanar y porcina, con sus derivados y complementada con un moderado turismo en torno a su castillo y colegiata.
La población está rodeada de una vasta muralla que enlaza con el poderoso y bien conservado castillo construido por Juan Pacheco, marqués de Villena, en 1456. Cabe destacar otro monumento muy importante, la colegiata de San Bartolomé.
Tuvo palacio, en este lugar, el infante Don Juan Manuel, autor del “Conde Lucanor”.
También se enorgullece esta villa por haber sido la cuna de Fray Luis de León.
Al acercarte a esta ciudad los primeros que te reciben son sus siete molinos de viento alineados, solitarios, en lo alto.
Su historia data de la edad del bronce y es a partir de la Reconquista cuando se tienen más datos. En el siglo XII, cuando Alfonso VIII la conquistó a los musulmanes convivían en esta ciudad tres religiones: musulmana, cristiana y judía. Posteriormente, perteneció a la Orden de Santiago y el reinado de los Reyes Católicos supuso un avance económico para Mota.
En la actualidad, su fuente de riqueza está centrada en la agricultura y la elaboración de vino; tiene también una interesante artesanía de cerámica blanca, tradición heredada de la época árabe.
Cuenta con edificaciones señoriales de los siglos XVII a XIX, con escudos y buenos trabajos de rejería en sus fachadas.
Belmonte. La historia de Belmonte (2329 habitantes), está totalmente ligada al marquesado de Villena. Su economía se basa en la agricultura de viñedos, olivos y cereales y en la ganadería lanar y porcina, con sus derivados y complementada con un moderado turismo en torno a su castillo y colegiata.
La población está rodeada de una vasta muralla que enlaza con el poderoso y bien conservado castillo construido por Juan Pacheco, marqués de Villena, en 1456. Cabe destacar otro monumento muy importante, la colegiata de San Bartolomé.
Tuvo palacio, en este lugar, el infante Don Juan Manuel, autor del “Conde Lucanor”.
También se enorgullece esta villa por haber sido la cuna de Fray Luis de León.
RELACIÓN DEL LUGAR CON "EL QUIJOTE"
Entre estas dos localidades podemos situar el encuentro con las Cortes de la Muerte:
De camino, don Quijote y Sancho, después de su estancia en El Toboso, perciben en la lejanía una carreta y, cuando la encuentran, descubren que es una compañía de teatro que vienen de hacer la representación de un auto sacramental, “Las Cortes de la Muerte”, en la octava del Corpus de Mota del Cuervo.
De camino, don Quijote y Sancho, después de su estancia en El Toboso, perciben en la lejanía una carreta y, cuando la encuentran, descubren que es una compañía de teatro que vienen de hacer la representación de un auto sacramental, “Las Cortes de la Muerte”, en la octava del Corpus de Mota del Cuervo.
FRAGMENTO
A lo cual, mansamente, deteniendo el Diablo la carreta, respondió:
-Señor, nosotros somos recitantes de la compañía de Angulo el Malo; hemos hecho en un lugar que está detrás de aquella loma, esta mañana, que es la octava del Corpus, el auto de Las Cortes de la Muerte, y hémosle de hacer esta tarde en aquel lugar que desde aquí se parece; y por estar tan cerca y excusar el trabajo de desnudarnos y volvernos a vestir, nos vamos vestidos con los mesmos vestidos que representamos. Aquel mancebo va de Muerte; el otro, de Ángel; aquella mujer, que es la del autor, va de Reina; el otro, de Soldado; aquél, de Emperador, y yo, de Demonio, y soy una de las principales figuras del auto, porque hago en esta compañía los primeros papeles; si otra cosa vuestra merced desea saber de nosotros, pregúntemelo; que yo le sabré responder con toda puntualidad, que como soy demonio, todo se me alcanza.
-Por la fe de caballero andante -respondió don Quijote-, que así como vi este carro imaginé que alguna grande aventura se me ofrecía; y ahora digo que es menester tocar las apariencias con la mano para dar lugar al desengaño. Andad con Dios, buena gente, y haced vuestra fiesta, y mirad si mandáis algo en que pueda seros de provecho; que lo haré con buen ánimo y buen talante, porque desde mochacho fui aficionado a la carátula, y en mi mocedad se me iban los ojos tras la farándula. (II, 11)
-Señor, nosotros somos recitantes de la compañía de Angulo el Malo; hemos hecho en un lugar que está detrás de aquella loma, esta mañana, que es la octava del Corpus, el auto de Las Cortes de la Muerte, y hémosle de hacer esta tarde en aquel lugar que desde aquí se parece; y por estar tan cerca y excusar el trabajo de desnudarnos y volvernos a vestir, nos vamos vestidos con los mesmos vestidos que representamos. Aquel mancebo va de Muerte; el otro, de Ángel; aquella mujer, que es la del autor, va de Reina; el otro, de Soldado; aquél, de Emperador, y yo, de Demonio, y soy una de las principales figuras del auto, porque hago en esta compañía los primeros papeles; si otra cosa vuestra merced desea saber de nosotros, pregúntemelo; que yo le sabré responder con toda puntualidad, que como soy demonio, todo se me alcanza.
-Por la fe de caballero andante -respondió don Quijote-, que así como vi este carro imaginé que alguna grande aventura se me ofrecía; y ahora digo que es menester tocar las apariencias con la mano para dar lugar al desengaño. Andad con Dios, buena gente, y haced vuestra fiesta, y mirad si mandáis algo en que pueda seros de provecho; que lo haré con buen ánimo y buen talante, porque desde mochacho fui aficionado a la carátula, y en mi mocedad se me iban los ojos tras la farándula. (II, 11)
FRAGMENTO SONORO
MONUMENTOS Y LUGARES DE LA LOCALIDAD
Molinos de Mota del Cuervo.
El cerro de los molinos se denomina “Balcón de la Mancha”. Ellos son muestra del patrimonio arquitectónico industrial manchego. Casi todos han sido reconstruidos en los últimos cincuenta años. Todos tienen nombre propio: El Zurdo, El Cervantes, El Piqueras, El Goethe, El Irak y el Franz Grillparzer. De forma cilíndrica se distribuyen en tres plantas: la cuadra o planta baja con la escalera de caracol que da acceso a la camareta o primera planta. La planta superior que albergaba la maquinaria, y los ventanillos a través de los cuales entra el viento, único motor que pone en funcionamiento todo un engranaje de cerca de 100 piezas. Las ventanas nos muestran cuál es el viento reinante. Las aspas hacen girar la gigantesca rueda catalina, para mover la piedra que convertirá el trigo en harina.
El cerro de los molinos se denomina “Balcón de la Mancha”. Ellos son muestra del patrimonio arquitectónico industrial manchego. Casi todos han sido reconstruidos en los últimos cincuenta años. Todos tienen nombre propio: El Zurdo, El Cervantes, El Piqueras, El Goethe, El Irak y el Franz Grillparzer. De forma cilíndrica se distribuyen en tres plantas: la cuadra o planta baja con la escalera de caracol que da acceso a la camareta o primera planta. La planta superior que albergaba la maquinaria, y los ventanillos a través de los cuales entra el viento, único motor que pone en funcionamiento todo un engranaje de cerca de 100 piezas. Las ventanas nos muestran cuál es el viento reinante. Las aspas hacen girar la gigantesca rueda catalina, para mover la piedra que convertirá el trigo en harina.
Casa solar de Alonso Cano
Situada en la calle Mayor Baja, número 20. Tiene escudo obispal en la fachada. Este edificio ha sido reformado
Alonso Cano nació el 23 de enero de 1711. Fue general de la Orden Trinitaria, Académico de la Historia y obispo de Segorbe. Fundó escuelas y costeó iglesias en pueblos donde no las tenían. Fomentó la agricultura, la industria y, sobre todo, el arbolado, instituyendo premios por la plantación de olivos y árboles frutales.
Situada en la calle Mayor Baja, número 20. Tiene escudo obispal en la fachada. Este edificio ha sido reformado
Alonso Cano nació el 23 de enero de 1711. Fue general de la Orden Trinitaria, Académico de la Historia y obispo de Segorbe. Fundó escuelas y costeó iglesias en pueblos donde no las tenían. Fomentó la agricultura, la industria y, sobre todo, el arbolado, instituyendo premios por la plantación de olivos y árboles frutales.
Colegiata de San Bartolomé de Belmonte.
Edificio de arte gótico renacentista fue construida en el siglo XV sobre una iglesia visigótica del siglo V. Es la mejor en su estilo, de Castilla La Mancha. Posee tres capillas, un espléndido coro, numerosos retablos, rejería y obras de arte en esculturas e imaginería.
La colegiata, situada en el barrio alto de la Villa de Belmonte dentro del recinto amurallado, guarda la riqueza y la fe y la religiosidad de un pueblo hecho historia y arte durante hace mas de V siglos.
En el interior tiene sepulcros de la familia del Marqués de Villena. Distribuida en tres naves y un ábside poligonal de siete gajos con arcos ojivales. Una de sus portadas es de estilo gótico y otra, de gótico renacentista. Tiene un retablo barroco y un coro, obra de los hermanos Cueman, que se creó pensando en la catedral de Cuenca.
Edificio de arte gótico renacentista fue construida en el siglo XV sobre una iglesia visigótica del siglo V. Es la mejor en su estilo, de Castilla La Mancha. Posee tres capillas, un espléndido coro, numerosos retablos, rejería y obras de arte en esculturas e imaginería.
La colegiata, situada en el barrio alto de la Villa de Belmonte dentro del recinto amurallado, guarda la riqueza y la fe y la religiosidad de un pueblo hecho historia y arte durante hace mas de V siglos.
En el interior tiene sepulcros de la familia del Marqués de Villena. Distribuida en tres naves y un ábside poligonal de siete gajos con arcos ojivales. Una de sus portadas es de estilo gótico y otra, de gótico renacentista. Tiene un retablo barroco y un coro, obra de los hermanos Cueman, que se creó pensando en la catedral de Cuenca.
Castillo de Belmonte.
Situado en el cerro de San Cristóbal, su construcción fue iniciada en 1456, sobre otro anterior. Lo mandó construir Juan Pacheco, valido del Rey de Castilla Enrique IV y marqués de Villena. Es de estilo gótico mudéjar. En el siglo XIX lo heredó la emperatriz Eugenia de Montijo que abordó su restauración. Posteriormente, durante la Guerra Civil, tuvo diferentes usos, hasta quedarse en un estado lamentable; se rehabilitó en 2010 y se abrió al público, aún continúan las obras.
Cabe destacar sus artesonados mudéjares de madera y la filigrana esculpida en piedra, en ventanas y puertas. Fue declarado monumento histórico artístico perteneciente al tesoro Artístico Nacional, mediante decreto del 3 de junio de 1931.
Situado en el cerro de San Cristóbal, su construcción fue iniciada en 1456, sobre otro anterior. Lo mandó construir Juan Pacheco, valido del Rey de Castilla Enrique IV y marqués de Villena. Es de estilo gótico mudéjar. En el siglo XIX lo heredó la emperatriz Eugenia de Montijo que abordó su restauración. Posteriormente, durante la Guerra Civil, tuvo diferentes usos, hasta quedarse en un estado lamentable; se rehabilitó en 2010 y se abrió al público, aún continúan las obras.
Cabe destacar sus artesonados mudéjares de madera y la filigrana esculpida en piedra, en ventanas y puertas. Fue declarado monumento histórico artístico perteneciente al tesoro Artístico Nacional, mediante decreto del 3 de junio de 1931.